Hoy 13 de julio es el día internacional de la música Rock. La efeméride evoca que este mismo día en 1985 tuvo lugar “Live Aid” (Ayuda en Directo), probablemente el mayor concierto del mundo (con todos los respetos hacia Woodstock y los grandes festivales musicales de hoy en día) y con más impacto social en la historia contemporánea. Fueron 16 horas de música ininterrumpida con más de 70 actuaciones de las bandas de rock y pop más importantes del mundo occidental de la época: Elton John, Madonna, Santana, Sade, Sting, Beach Boys, Mike Jagger, David Bowie, Tina Turner, Queen, Duran-Duran, U2, Eric Clapton, Phil Collins, Paul McCartney, Dire Straits, Elvis Costello, Bob Dylan, Joan Baez, Paul Young, Keith Richards, Cat Stevens, y pedazo de bandas como Status Quo, Judas Priest, Pretenders, Simple Minds, Ultravox, y algunas otras que a pesar de llevar años disueltas se reunieron para la ocasión como The Who, Led Zepellin y Black Sabath.
A los Milennials actuales, igual les suena alguno de esos nombres, pero para los que hicimos EGB y vimos la tele en blanco y negro, esa lista es prácticamente la banda sonora de nuestra vida en el siglo pasado y presente.
Fue un mega-concierto que batió todo tipo de récords y dio lugar a muchas anécdotas. Los músicos actuaron simultáneamente en dos continentes a más de 10,000 kilómetros de distancia, unos en el estadio de Wembley en Londres (con la presencia de Lady Di y el príncipe Carlos) y otros en el estadio JF Kennedy de Filadelfia en Estados Unidos. La BBC dejó en blanco toda la programación de ese día para poder televisar el evento; Se utilizaron 13 satélites para retransmitir los dos conciertos en más de 70 países y alcanzar a casi la mitad de la población mundial (para las olimpiadas de los Ángeles de 1984 se habían utilizado 3 satélites únicamente). El cantante Phil Collins tras actuar en Londres, se subió al avión supersónico Concorde, cruzó el Atlántico y aun llegó a tiempo para cantar en el concierto de Filadelfia (de paso hizo de batería en las actuaciones de Eric Clapton y Led Zeppelin). El cantante Bono de la banda irlandesa U2 ha declarado en repetidas ocasiones que Live Aid fue la consagración de la banda en la escena musical internacional. Otro de los hitos que tuvo lugar ese día (famoso ahora por la película “Bohemian Rhapsody”) fue la energética actuación de Fredy Mercury, de la banda Queen, con su camiseta blanca de tirantes de albañil, unas Adidas blancas y sus pantalones vaqueros Wrangler subidos hasta el ombligo, considerada por los que saben de esto, como la mejor actuación en vivo sobre un escenario de toda la historia del rock. 17 minutos de leyenda.
Pero lo más importante (por lo menos para los organizadores) era que el evento tenía como objetivo recaudar fondos para combatir el hambre en África y por eso todos los músicos actuaron sin cobrar. Al final del día se recaudaron el equivalente a unos 150 millones de Euros a través de las donaciones que el público hacia a través de llamadas telefónicas.
Todo había comenzado apenas unos meses antes, con un cantante punk irlandés de medio pelo (Bod Geldof) viendo por casualidad un reportaje en la BBC sobre el hambre en Etiopia. Tanto le impresionaron las imágenes, que a partir de entonces su vida y su trayectoria profesional cambiaron para siempre. Empezó reuniendo a varios cantantes británicos para grabar la canción “Do they know it is Christmas?” (Saben ellos que es navidad?) que se convirtió rápidamente en un gran éxito en todas las listas musicales y que llevó poco más tarde a los músicos de Estados Unidos a emularle produciendo la exitosa “We are the World” (compuesta por Lionel Richie y Michael Jackson) también para recaudar fondos contra el hambre en África. De ahí al Live Aid de las leyendas musicales, los 13 satélites y medio mundo de telespectador habían pasado apenas 4 meses. Y todo eso con presupuesto cero, sin oficinas, ni equipos de administración, ni teléfonos móviles ni internet para convencer a todo dios para embarcarse en algo tan gigantesco y tan descabellado que nunca antes se había imaginado. La gesta hizo escuela y a partir de entonces ha habido multitud de conciertos-solidarios (Live 8, ONE campaign, etc.) A Bob Geldof, la osadía y el empeño que demostró le valieron algunos años más tarde la condecoración de caballero del imperio británico de mano de la reina Isabel II.
La mayoría de las crónicas sobre Live Aid concluyen ahí, con el éxito musical y la gran recaudación de fondos para una buena causa, pero queda mucho por contar sobre las aventuras (y desventuras) que Bob Geldof y sus allegados tuvieron que pasar para usar el dinero recaudado en unos países que estaban en plena guerra civil, que destinaban mas de la mitad de su presupuesto nacional en gastos militares y que usaban el hambre como arma de guerra para debilitar a sus enemigos y opositores. Años más tarde hubo críticas sobre si parte del dinero ayudó o no a la junta militar de Mengistu, que gobernaba entonces Etiopia, a realojar involuntariamente a miles de personas por todo el país como estrategia militar para debilitar a sus oponentes. También se especuló con la hipótesis de que parte de los fondos se usó para armar a la resistencia contra Mengistu en el norte del país (TPLF y otros) que finalmente derrotó al régimen del DERG en 1991. La BBC se prestó en un principio a esas informaciones pero tuvo que retractarse por falta de testimonios contrastados y evidencias sólidas y evitar así posibles acciones legales contra la cadena de TV.
En África, todo esto de Live Aid se ve de forma muy diferente y hay voces como la de la nigeriana Dambisa Moyo que argumentan que este tipo de acciones no solo no ayudan a paliar la miseria, sino que provocan una mentalidad de dependencia y perpetúan el tópico de esa África hambrienta y débil que no sabe manejar sus problemas y que siempre necesita alguien de fuera que le ayude para salir del atolladero. Dice Dambisa que no le corresponde a cantantes y artistas occidentales (y blancos) opinar y pavonearse en los grandes foros políticos y económicos de discusión para aconsejar a los líderes mundiales sobre qué es lo que hay que hacer en África para salir de la pobreza y afrontar sus múltiples desafíos. Es curioso por ejemplo que en Live Aid no participó ni un solo cantante o grupo africano…
Sea lo que sea, Bob Geldof ya pasó página en cuanto al rock-solidario y ahora está metido de lleno en la economía responsable como empresario comprometido con las causas sociales en África. Dando un poco la razón a los críticos como Moyo, piensa que lo que África necesita hoy en día no es caridad y limosna si no oportunidades políticas y económicas para crear riqueza y desarrollo basado en la mejora del capital humano y ofreciendo condiciones laborales dignas a los trabajadores africanos. Para ello, tirando de contactos y persuasión (al igual que hizo para el Live Aid) ha creado un fondo de inversiones para invertir en empresas africanas que ofrecen empleo digno, que no son nocivas para el medioambiente y que tienen un buen plan de negocios. El fondo de inversión se llama “8 miles” (por la distancia de 14 kilómetros que separa África de Europa en el estrecho de Gibraltar) y tiene una cartera de inversiones de más de 40 millones de euros en al menos ocho empresas africanas: galletas en Nigeria, frutas y zumos en África del Sur, y en Etiopia, nada más y nada menos que bodegas de vino! (Awash wineries)
Pues nada, hoy quiero brindar con vino etíope por el rock y por la gente que persigue con pasión ideas descabelladas que pueden cambiar el mundo!
bonjour; je suis la fille de Denise Bolufer épouse Lefébure;, née le 17 09 1918 à Alger
Ma mère est la fille de Pasqualina Lechiguero, épouse Bolufer, née le 20 03 1889 à Jorquera;
Pasqualina, ma grand mère, etait une soeur de Joseph Jesus Lechiguero;
C’etait la fille de José Lechiguero Descalzo né a Casa Ibanez (Albacete), et de Catalina Montero
Ma famille et moi même vivons dans la région d’ Avignon; en France.
Ma soeur a fait une recherche intéressante sur la généalogie de la famille; si cela vous intéresse, contactez moi
Cordialement
Michèle